CAPÍTULO 54. GRACIAS.

Hola familia. Sé que algunos esperabais este capítulo con deseo, después de mi viaje a España. Pero tenía que acabar de aterrizar aquí en Honduras antes de ponerme a escribirlo. Ahí va, espero que os guste.

Cuatro años pasaron desde que pisé por última vez el suelo de mi país, de mi tierra, de mi gente. De mis rincones de sueños. Casi mes y medio he tenido para recorrer las calles de mi ciudad, para caminar por las plazas de mi barrio, para regresar a los lugares donde alguna vez empecé a crear algún sueño. Para reencontrarme con aquel niño que quería hacer de su vida algo especial. Ese niño que buscaba cariño en cada recodo de los lugares visitados.

Al caminar por esas calles y plazas he logrado ver a ese niño. He recordado experiencias y sueños. He podido profundizar en su mente, en sus recuerdos, en sus pesares. Y como no, he podido compararlo con la persona en la que ese niño se ha convertido a día de hoy.

Necesitaba profundamente este viaje. Necesitaba volver a mi raíz. A veces, ya sabéis, es necesario dar un paso atrás para coger impulso.

Han sido cuatro años muy duros, muy sufridos, muy vividos. Demasiadas pruebas son las que he tenido que pasar para asegurar mi ruta, mi camino a seguir. Para afianzar mis metas y sueños presentes.

Como os he mencionado en otros capítulos, mi vida se ha enfocado en el dar y el servir a los demás pues es así como encontré mi mayor felicidad. Pero eso no quiere decir que sea fácil y que viva en una nube de paz y comunidad conmigo mismo. Es más, a veces, es todo lo contrario.

He querido vivir cada experiencia de este viaje como si del último segundo de mi vida se tratase. Intentando exprimir cada encuentro al máximo, para traerme un baúl lleno de fuerza que me impulse a traspasar los obstáculos del camino hacia la cima de la montaña que intento escalar.

He podido disfrutar de todos vosotros con una mirada hacia vuestros corazones, hacia vuestras vidas. Me habéis regalado con cada episodio de estos días un trocito de paz y respiro. Me habéis hecho sentir como el que siempre fui y sigo siendo. Me habéis llenado en todos los sentidos. Me habéis hecho descubrir que aun después de tanto tiempo, seguís ahí. Nuestro pasado sigue ahí y nos sigue uniendo. Los que están, los que ya se fueron, los que se perdieron, los que surgen nuevos por el camino. Todos me habéis regalado VIDA. Todos os habéis metido en mi corazón una vez más despejando mi camino a base de amor y cariño. Esto amigos míos, no tiene precio.

Mi madre “La Carmen” con su amor incondicional, el Flores con su apoyo férreo a mi familia, mis hermanos a los que respeto más que a mí mismo. Mis primos, mi tía de los que se aprende a mantener un ideal de vida. Joaquín, Olalla, José Manuel inamovibles testigos de una amistad eterna. Nofle, Loli, Ángel y todos los demás que no he podido ver. Hasta el Gambrinus de la Cruzcampo ha hecho palpitar mi corazón en estos días pasados, “eh Monge, sin papas no hay cerveza”.

Carolina, también incondicional, que siempre me recuerda y enseña que el amor tiene muchas formas y no sólo existe el de una antigua relación amorosa.

Los nuevos amigos que empiezan a compartir nuestro camino: Luis Gressa con su ayuda desinteresada que nos ha regalado grandes momentos, Israel que nos apoyó con su presencia y con su música, Juan Carlos de Canal Sur que nos ha hecho ese maravilloso reportaje.

Y como no, los miembros de VITAL España, que me llenan de tranquilidad e ilusión renovada al ver su compromiso con lo que estamos creando.

En especial Ángel y Antonio. Ángel, bellísima persona que irradia generosidad y amor haciendo honor a su nombre. Antonio, ¿qué decir de Antonio? Mi guía, mi soporte más robusto aquí en Honduras, mi mecenas, MI AMIGO.

También en este viaje he encontrado contrariedades, ¿cómo no hablar del tema Cataluña? o Catalunya para que no hayan enfados. Sin ánimos de ofender a nadie y sin entrar mucho en política, sólo una pequeña reflexión que me ha invadido en estos días: “Me da muchísima tristeza que en pleno siglo XXI, nos peleemos por separar a los pueblos, cuando nuestra lucha más grandiosa debería estar en pelear por hermanarlos”.

Ahora, aquí en Honduras, me queda un largo y duro trabajo por delante. En VITAL Honduras empieza una nueva etapa: terminar de preparar la casa para alojar a los chicos becados, preparar los múltiples proyectos sociales, reuniones, charlas, la universidad…

Gracias a vosotros empiezo con gran fuerza e ilusión renovada y con unas ganas tremendas de SEGUIR ADELANTE. En lo personal, aquí en Honduras las cosas se me ponen un poco más cuesta arriba, ya que mi relación con Dania ha finalizado. Aunque nos seguimos queriendo mucho, nuestros caminos toman rumbos diferentes y espero de corazón que algún día se puedan reencontrar en una gran amistad.

Aún así no estoy solo ya que me rodean muchas personas que me quieren y aprecian, que están colaborando de una u otra forma conmigo y con el proyecto.

En fin, que más deciros, no mucho más. Simplemente daros a todos y a todas unas eternas gracias. Mi corazón es vuestro y mi vida de Honduras. Un ser partido en dos que sigue viviendo y buscando su felicidad gracias a ambos pueblos.

GRACIAS, GRACIAS CON TODA MI ALMA. OS QUIERO Y NO OS OLVIDO.

 

Mi perlita: (esta vez, ningún poema, solamente una vez más, unas GRACIAS ETERNAS).

Doy gracias a Dios, por darme la oportunidad de compartir mi vida, con todos y cada uno de ustedes. Ya que sin vosotros, sin todos vosotros, no sería el que soy.

Acerca de Sergio

Toda una nueva etapa. Toda una nueva vida por delante. Tu corazón es libre, ten el valor de hacerle caso.
Esta entrada fue publicada en Sin categoría. Guarda el enlace permanente.

Deja un comentario