Capítulo 52. Los buenos momentos, de los momentos nuevos.

 

 

 

 

Hola familia. Aquí de nuevo. Hace un año y algo escribí para ustedes un nuevo capítulo, que estaba lleno de nuevos proyectos y esperanzas. Os hablé de VITAL, la asociación que iba a empezar a crear, os hablé de todos los cambios y de las ilusiones renovadas después de mucho tiempo. También recuerdo que os dije que iba a escribir más a menudo no creáis que lo olvidé. En fin, una vez más la vida, te da lecciones de vida.

La asociación, cuyos papeles iban a salir en unos tres o cuatro meses, tardaron once meses en salir de gobernación. Después a Registro y después mil cosas más. Mientras, de todo un poco. Como ya otras tantas veces, uno está un día que se come el mundo y al siguiente, está pasando hambre porque el mundo le ha pegado unas bofetadas y le ha dicho que las horas de comida las pone él.

Me han pasado infinidad de cosas, malas y buenas claro, como a todo el mundo. Pero parece ser que cuando las cosas le pasan a uno, como que las malas son más graves y más intensas las buenas. Lo bueno lo dejo para lo último, que es por lo que otra vez estoy frente a esta máquina moderna. Ustedes lean y ustedes opinen.

Bueno, como les digo lo de la asociación ha sido toda una odisea. Mes tras mes, semana tras semana peleando contra la burocracia que desgraciadamente en este país es demasiada. También en este país. Decepción tras decepción uno va viendo que el tiempo pasa y que las promesas que hizo no podrán ser cumplidas. Todo son trabas, todo son pegas, tiempos de tiniebla.

También tuve un accidente con un coche que gracias a Dios no tuvo consecuencias graves. Pero el mero accidente sí que lo fue. Me echaron una culpa que no tenía y tuve que pagar un dinero que tampoco. Obviamente esto pasó en el peor momento económico.

Fíjense, por pasarme, hasta me intentaron atracar y esto sí que es gracioso aunque gracia no tenga ninguna. Ocho años y medio en Honduras, conociendo, entrando y saliendo en zonas que muchos ni se atreven a nombrar, visitando y trabajando en comunidades en las que difícilmente entra un policía. Pues nada en un momento también caótico de mi existencia y después de una dura jornada, lo intentaron unos jovencitos. Gracias también a Dios, se quedó también en eso, en solo el intento.

En fin tampoco me han pasado tantas cosas malas, en verdad estas son las peores, lo demás se podría resumir en impotencia y desesperación por no poder conseguir lo que quieres cuando lo quieres. Que aunque se dice muy fácil, se pasa muy difícil.

¡Vamos a lo bueno que es mucho más interesante!

¿Por qué vuelvo a escribir después de tanto tiempo? Vuelvo a escribir para dar gracias. Así de sencillo. Todo lo que he ido pasando en este tiempo lo tomo como prueba y aprendizaje, tanto lo malo como lo bueno.

Mi futura suegra se ha portado súper bien con nosotros todo este tiempo y nos ha ayudado en todo lo que ha podido, vivimos en su casa y le dijimos que iba a ser por tres o cuatro meses y ya ven, nos hemos ido año y medio después. Por eso, le doy gracias.

Han habido personas tanto en Gobernación, URSAC, Registro y DEI en el proceso de papeleo de la asociación, que se han portado conmigo más que bien, me han apoyado y ayudado, además de orientarme, aconsejarme e incluso interceder por mi ante sus superiores. Por ello, les doy las gracias.

Me he encontrado con muchas dificultades pero de una forma u otra he escapado victorioso de todas ellas y por ello, doy gracias.

En la universidad, aunque he tenido muchas complicaciones con horarios, trabajos, gastos y demás y los sigo teniendo, he pasado ya 14 asignaturas, voy a por las 18 y tengo un índice general del 95%, he conocido a compañeros y a licenciados, que me han brindado una amistad sin condiciones; me divierto en la carrera como un niño en el recreo de la escuela; estoy aprendiendo cosas que siempre me interesaron y adquiriendo conocimientos que van a dar mucha batalla en mis quehaceres diarios en la asociación. En fin por esto y lo que me queda, doy gracias.

También quiero agradecerle a Dania, mi novia, mi amiga, mi compañera de viaje, a la que quiero, la que me aguanta, la que está ahí siempre. Por ella, doy gracias.

Agradezco a mi madre, que aunque no lo sepa nadie aún, es una santa. Que me ha y nos ha ayudado y sigue en ello, hasta no poder más y aun así ha seguido y sigue haciéndolo. Por mis hermanos Manolo y José Antonio, porque solo con pensar en ellos me dan fuerzas para seguir adelante. Por Flores, la pareja incondicional de mi madre, por hacerla feliz, por protegerla y por cuidarla como lo hace. Por el resto de mi familia, mis primos, mis tías y tíos, etc, por seguir ahí. Por ella y por ellos, doy gracias.

A Antonio, mi amigo, mi hermano, mi protector y benefactor y principal benefactor de VITAL, por estar siempre ahí, por ayudarme, por darme aliento y consejo cuando lo he necesitado, por él, doy gracias.

A mis ex alumnos que siempre me sorprenden y se acuerdan de mí, se reúnen y me buscan y me llaman y me celebran, por ellos, doy gracias.

Por vosotros, mi segunda familia, mis amigos, mis hermanos los nuevos y por qué no los viejos también. Los de allá y los de acá, los de ayer y los de hoy, los de los viejos y los de los nuevos momentos, por vosotros, doy gracias.

Por VITAL, nuestro nuevo sueño que se está cumpliendo, ya con casa para el proyecto y con casi todo listo para empezar a trabajar en serio, por esto, doy gracias.

Os doy gracias a todos y a todas, a Dios, a los buenos, que me enseñaron y a los malos de los que aprendí, a los que me he ido encontrando y a los que me encontraré por el camino. A tod@s, GRACIAS.

Hoy me han pasado varias cosas, que han reactivado en mí, las ganas latentes que habitaban en mi interior, de volver a comunicarme con vosotros por este medio:

Primero he ido viendo como los correos, whataap y demás, de tantos y tantos amigos, han ido agotando la batería de mi celular hasta dejarla cao. Doy infinitas gracias por eso.

Hoy también, en el día de mi cumpleaños, toda una clase repleta de compañeros de psicología se ha levantado y me ha cantado las mañanitas sin que me esperase nada de eso. Múltiples amigos me han felicitado efusivamente, me han dado de comer y beber, me han abrazado…Doy mil gracias por ello.

Hoy mi licenciada de Procesos Psicológicos y dos compañeras me han hecho fiesta en los cubículos de la facultad y me han cortado pastel. También mil gracias por eso.

Hoy, personas con las que comparto transporte desde mi nueva casa hasta la universidad, personas a las que conozco y me conocen desde hace días solamente, han parado el busito, se han bajado todos, han firmado una tarjeta de felicitación y me han cortado un pastel, cantándome y felicitándome. ¿Cómo no dar mil gracias por eso?

Hoy me he sentido tan querido, tan gratificado, tan agradecido, tan a gusto, tan premiado.

No podría haber una mejor forma de corroborar que sigo estando en el camino correcto de mi vida, que sigo creciendo y aprendiendo de ella y de las personas con quienes la comparto, que cada día me siento más lleno y que puede que alcance algún día esa plenitud que tanto he buscado y que tan pocas veces conseguí.

¿Qué más puedo decir que gracias? Una vez más las lágrimas de alegría me roban las palabras. GRACIAS.

Bueno familia, esta vez no os prometeré más escritos ni más contactos, solo os puedo decir que intentaré poneros al día de lo que hago y lo que si os puedo prometer es lo que siempre hago desde lo más profundo de mi alma y es: QUEREROS Y NO OLVIDAROS NUNCA.

Mi perlita:

Corren nuevos tiempos, nuevos suspiros en el viento.
Nuevas sensaciones; nuevos errores y nuevos aciertos.
Nuevas caras, nuevos intentos; nuevos paisajes y nuevos cimientos.
Quizá sean estos, los buenos momentos de los momentos nuevos.