Mi nueva aventura II parte.

Al fin estoy aquì. Al fin cumpliendo mi sueño. Llegue un poco asustado, cansado(mucho) y desorientado. Hice escala en Miami y me di una vuelta por la ciudad. No podeis

 

imaginar el contraste entre esta, y la ciudad de destino.

 

Al escribiros estas lineas, tengo que hacer verdaderos esfuerzos para ir por partes y no adelantar acontecimientos, pues es tal el cùmulo de sentimientos que ahora

 

mismo llevo dentro, que parece que voy a explotar. Perdonadme si me pongo pesado, de todas formas os vais a tener que aguantar. Je je je.

 

Cuando lleguè a Tegucigalpa(Tegu a partir de ahora), parecìa un niño en la puerta del cole en su primer dia de clase. Me recogieron Yessenia, Lener y el padre Antonio,

 

y tras las preguntas de rigor nos pusimos en marcha hacia la que serìa mi nueva casa en Honduras. Aquì es donde empecè a ver la triste realidad de esta ciudad y al

 

mismo tiempo la belleza y el corazòn tan noble de sus habitantes.

 

De 36 horas que duraba mi viaje, habrìa  mal dormido unas 6 horas. Imaginaos como estarìa. Cuando llegamos a la casa, di gracias a Dios por haber estado en Sevilla

 

esos tres meses preparàndome mentalmente para esto. Porque os prometo que si no lo hubiese hecho, quizà hoy no estuviese escribiendo estas palabras. No, no os

 

creais que esto es un infierno de casa. Simplemente es que cualquiera de nosotros, acostumbrado a nuestras "necesidades" serìa practicamente incapaz de hacer o

 

vivir ciertas cosas que se hacen o se viven aquì, sin estar seguro de a que ha venido a estas tierras. Sin embargo, el càlido abrazo y acogimiento que recibì de parte

 

de mis nuevos amigos hondureños, disiparon al instante cualquier tipo de duda o mal estar.

 

Sin perder tiempo, nos dirigimos(despues de una buena ducha (de agua fria)) a casa de unos españoles, tambien voluntarios, que viven aquì. Desde esa misma noche

 

mi querida Rosa y mi querido Jordi. Tambien conocì a Javi y Jaime, dos voluntarios hondureños que me gustarìa conocer mas a fondo porque parecen ser maravillosas

 

personas.

 

Llegamos a la casa aproximadamente a las 2 de la madrugada(pinchamos por el camino) y nos acostamos directamente ya que a las 5 a.m partìamos en carro(coche)

 

hacìa Lempira(un pueblo a 7 horas de Tegu en carro)a inaugurar una escuela creada gracias a ACOES y a las personas que forman esta O.N.G.

 

Si si seguid sumando las horas que llevaba sin dormir que lo vais a flipar(y sin meterme nada eh je je).

 

Ese fin de semana me quede a dormir allì en Lempira y pase la noche con los voluntarios hondureños a los que fui conociendo y con los que pasè una noche

 

inolvidable. Fue la ostia."J0DER, QUE BUENA GENTE SON ESTOS HONDUREÑOS".

 

A la mañana siguiente, empecè a vivir la verdadera realidad hondureña………..