Capítulo 49. Sigo adelante.

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Miro hacia atrás, hacia mi vida pasada, intentando escudriñar en un tiempo que ya no es nada y trato de vislumbrar una tenue señal que me indique como seguir caminando. Lo único que veo es un sinfín de situaciones que, de poder, cambiaría para que mi situación actual fuera un poco menos precaria. No obstante, entiendo que caigo en un craso error porque pienso que de no haber vivido tal y como lo he hecho, mi situación actual, no existiría, sino otra que a saber cuál fuera.

Siempre creí que mi paso por la vida de las personas que he conocido al pasar del tiempo, había sido positivo para éstas y las había ayudado en su crecimiento personal. Después, cuando dejé de ver las cosas con una mirada autocompasiva y por qué no, egoísta, me di cuenta de que tenía razón a medias. Pienso que es cierto que el paso de la vida hace irremediablemente que nos rocemos con otras personas y que intercambiemos experiencias, visiones y formas de vida que nos hacen crecer como personas individuales. Pero todos aprendemos de todos no sólo yo soy el especial samaritano que enseña a vivir a los demás.

Como una buena amiga acá en Honduras me decía, intentando enseñar a este torpe ser, un poco de pedagogía en la educación formal. El tiempo “perdido” por un alumno es irrecuperable. Las lagunas educativas del susodicho, tienen que llenarse con las nuevas enseñanzas que aprende y es absurdo intentar explicarle desde cero, lo que ya no aprendió en su momento. Creo firmemente que esto se puede extrapolar al caso que nos ocupa. Uno no puede vivir ni intentar remendar el pasado, sólo puede seguir adelante, intentando corregir en nuestro nuevo “yo”, aquellos errores que creemos que no debieron existir. ¿Cómo hacerlo? Ah amigos míos, ahí está la cuestión. Creo que es nuestro deber, encontrar la respuesta y hacerlo lo mejor que podamos. Intentando llegar por todos los medios a esa felicidad utópica perfecta que todos buscamos.

Puedo decir que he rozado esta felicidad. He encontrado mi respuesta a ésta pregunta, en la entrega y servicio hacia los demás. Y aunque no siempre fue color de rosa el camino, como digo, es la fórmula que más me ha acercado y por ello, en este camino sigo. Sigo buscando mi sueño, o mejor dicho ya he encontrado mi sueño. Sé cuál es. Ahora sólo tengo que vivirlo e ir buscando el modo, de hacer que se estabilice.

¿Estáis buscando vosotros el vuestro?…

Mi perlita. (En esta ocasión, he escogido unas frases de una bonita película de Walt Disney (Cuyo título en español es “Al encuentro de Mr. Banks”):

«Viento del este y niebla gris, anuncian que viene, lo que ha de venir.

No me imagino, que irá a suceder. Mas lo que ahora pase, ya pasó, otra vez»

Acerca de Sergio

Toda una nueva etapa. Toda una nueva vida por delante. Tu corazón es libre, ten el valor de hacerle caso.
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2 respuestas a Capítulo 49. Sigo adelante.

  1. Creo que el día que topé, por casualidad, con tu blog te «robé» esto que te pongo más abajo para compartirlo en Facebook.. Me ha venido, al leerte, a la memoria y aquí te lo dejo:

    «Quizá algún dia al despertar, el sol que entre por mi ventana, me haga ver con claridad, en que rincón olvide mi corazón y mi alma.» … Se le puede añadir o cambiar lo de mi corazón y mi alma por mis sueños, mi camino o lo que haga falta :-)… Es una muy bonita frase. Un beso!

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